Por: Natalia Cuadrado García
Foto: Ángeles Rodríguez Negrón/ Claridad
Durante el mes de enero, el suroeste de Puerto Rico estuvo inundado con la visita de caravanas de ayuda cívica que, en parte, ha sido posible mediante la comunicación en tiempo real y eficiente que permiten las redes sociales.

Un centenar de voluntarios se ha dedicado a recolectar y llevarle artículos de primera necesidad a las personas más afectadas por los terremotos que estremecieron la zona a principio del mes.
Muchos de ellos son personas que participaron de los esfuerzos de recuperación luego del huracán María, como la Brigada de Todxs. Mientras que otros han decidido unir esfuerzos de ayuda tras una catástrofe natural por primera vez.
Lo cierto es que ambos grupos, conformados por voluntarios, comparten un denominador común: han utilizado las redes sociales como herramienta para recolectar ayuda y llegar a las zonas más necesitadas.
A menos de 24 horas de temblor de magnitud 6.4 que sacudió toda la isla — mayormente los municipios de Ponce, Guayanilla, Guánica, Yauco y Peñuelas — ya corrían convocatorias de recolectas espontáneas por las redes sociales.

Sucede que a diferencia de aquel 20 de septiembre de 2017, esta vez la mayoría de las personas tenían señal, acceso a WIFI y, sobretodo, imágenes del daño que había sufrido el sur.
El panorama era completamente distinto al que se vivió durante el huracán María y está vez los puertorriqueños no iban a esperar la ayuda de Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), otras agencias gubernamentales o la Guardia Nacional, la iban a llevar ellos mismos.
El primer instinto fue acudir al poder de convocatoria de una publicación en Facebook, un tweet, una imagen en Instagram o un mensaje en cadena mediante WhatsApp.
Entre sus efuerzos, Brigada de Todxs realizó una recolecta de artículos de higiene y taller de construcción de catres.