Ada Monzón se expresa acerca de los sistemas tropicales en la isla
Por: Vahely Vega Varela
La meteoróloga y científica puertorriqueña Ada R. Monzón conversó sobre los elementos necesarios para el desarrollo de un huracán y los problemas que pueden generarse de acuerdo con la adaptación que hagan las personas, tanto de prevención individual como infraestructura, por la llegada de eventos atmosféricos que impactan a la isla.
“Puerto Rico se encuentra en la autopista de los huracanes”, señaló Monzón, aludiendo a la región en que se encuentra el archipiélago: el Caribe, una de las zonas más propensas a recibir los estragos de formaciones ciclónicas. La experta en climatología explicó, en una entrevista a través de la plataforma Google Meet, que los huracanes dependen de las aguas calientes, así como también, de una inestabilidad en la atmósfera que ocasione una corriente de aire cálido y húmedo con nubes para producirse y que tenga “vida ciclónica”. Dichas condiciones generan eventos climatológicos durante el período que comienza el primero de junio y concluye el 30 de noviembre, aunque se han visto fenómenos en todos los meses fuera de la temporada oficial de huracanes en el Atlántico.

Entre las primeras partes de un ciclón tropical se encuentran la depresión tropical, las tormentas tropicales, y, por último, los huracanes, que tienen vientos máximos sostenidos de 74 millas por hora o más. “Una vez ya es huracán se le dan unas categorías de acuerdo con la velocidad del viento”, especificó Monzón. Entre cada nivel hay una diferencia de 15 a 20 millas por hora, “pero, el subir de categorías, implica el impacto en las propiedades, estructuras y en la naturaleza, que, mientras mayor es el viento, pues mayor es el impacto”, indicó.
«Los huracanes son normales dentro de nuestra historia».
Asimismo, Monzón, quien también es fundadora y presidenta de la Junta de Directores del EcoExploratorio: Museo de Ciencias de Puerto Rico, señaló que el cambio climático permite que las aguas permanezcan calientes, lo que crea una relación entre el aire y el océano. No hace que se formen más huracanes, pero los intensifica con rapidez y podrían producirse sistemas tropicales entre las categorías cuatro y cinco, que suelen ser los más catastróficos.

No obstante, apuntó que los fenómenos meteorológicos son necesarios para que la naturaleza se regenere. “Los huracanes son normales dentro de nuestra historia”, por lo tanto, no se deben ver como algo que ocurre solo en la actualidad. “Son las formas que tiene el planeta de llevarse el exceso de calor, redistribuir las lluvias, y necesarios para que no se acumule el calor en el trópico”, informó la científica.

Twitter de Danilo Trinidad Pérez-Rivera, 2020. (Suministrada)
Educación: herramienta para la preparación ante los eventos naturales
La primera mujer meteoróloga en la televisión puertorriqueña consideró que es imprescindible preservar los ecosistemas naturales, y en específico, aquellos cercanos a la costa, pues servirán de refuerzo ante los fenómenos naturales que impactan a Puerto Rico.
“En nuestros arrecifes de coral, a consecuencia del aumento en el nivel del mar y las temperaturas en el agua, está ocurriendo lo que se llama blanqueamiento”, lo cual puntualizó como una problemática seria que enfrenta la isla, ya que “los corales son nuestra primera barrera de defensa a eventos de marejadas ciclónicas o invernales”.
Del mismo modo, añadió que se debe desarrollar una infraestructura natural aun con elementos artificiales, pero que puedan trabajarse en conjunto, desde el aspecto ambiental y del desarrollo económico. “Estos temas son interdisciplinarios. Tú no puedes tener todo ciencia o política pública sin conocer la ciencia. Las personas tienen que hablar para saber los costos beneficios de estos proyectos”, dijo durante la entrevista. Según Monzón, hay que reconocer cuáles son los pros y los contras para coincidir en ideas que originen proyectos que ayuden a mitigar y adaptar a la ciudadanía a lo que serán las consecuencias que ya se presencian por el cambio climático.

“Yo creo que hay muchos esfuerzos. Lo importante es que las personas quieran educarse. Lamentablemente, veo que no hay interés para hacer los cambios. Hay veces que si pides fondos para cuestiones educativas ‘eso no es importante porque hay otras prioridades’, cuando la educación es posiblemente el cimiento de todas las sociedades”, advirtió. “Cuando están los esfuerzos educativos para darlos, entonces no tienes la participación. ¿En dónde está el problema?”, opinó la experta.
Igualmente, recalcó la importancia de los asuntos que hay que atender, como la salud, el ambiente y el desarrollo económico, y la manera en que las personas se educan, construyen y se distribuyen las riquezas, hasta cómo ejercen su función en la sociedad. “Sabemos los problemas. Tenemos que buscar soluciones, ser vocales y provocar la conversación; dar herramientas y tener a las instituciones que hagan lo mismo, para poder centralizar lo que son estos esfuerzos de educación”.