Por: Vahely Vega Varela
El pasado lunes 9 de marzo de 2020, se llevó a cabo el conversatorio “Cobertura de Crisis y Desastres Naturales”, en la Universidad de Puerto Rico, por la meteoróloga Ada Monzón y el periodista Gerardo Alvarado para dialogar acerca de los desafíos que enfrenta esta temática en los medios de comunicación.
Alvarado, periodista de El Nuevo Día especializado en temas del medioambiente, abrió el evento con la definición de periodismo ambiental.

Mencionó que, además de las funciones generales del periodismo como informar, entretener y educar, “al periodismo ambiental se le añade una cuarta función: motivar a la acción, y llevar a la gente a actuar de forma amigable con el medioambiente”.
Del mismo modo, enumeró algunas características del periodismo ambiental como su interdisciplinariedad, por abarcar diferentes temas sociales; tecnicidad, al requerir especialización; impacto personal; comunicación de información que suele tener resultados a largo plazo; y elementos de riesgo.
Luego, se le unió Monzón para señalar el reto mayor en las comunicaciones: la desinformación, y la comunicación en medio de un desastre. La meteoróloga trajo como ejemplo sus propias experiencias en eventos meteorológicos, tales como: El huracán María y el temblor del 7 de enero, en Puerto Rico.

La científica puntualizó que intenta evitar las opiniones, pues al tener un sentido de responsabilidad con la comunidad, “informará lo que es profesionalmente correcto”, así como aquello que “la ciencia es capaz de proveer”, y consideró que “hay un problema de expectativas atado a la falta de recursos que responden a la inmediatez necesaria para las redes”.
Ambos destacaron la necesidad de ser empáticos para que las personas puedan identificarse con el mensaje que se transmite, y la respuesta individual versus la gubernamental ante los asuntos medioambientales.

Los conferenciantes advirtieron que uno de los principales errores en el periodismo ambiental era la discontinuidad de las noticias. Sin embargo, sugirieron que, como periodistas, debemos darle seguimiento a las problemáticas sociales que hayan sido atendidas para constatar esos ambientes sin condiciones controladas y, a su vez, conceder el espacio a las mejores noticias que surgen al momento que no hay nadie observando y la comunidad está en confianza de sentarse y hablar.
Considero que todo lo expuesto, durante el conversatorio, brinda el espacio para reflexionar sobre el desempeño crucial del periodista ambiental que gracias a su labor concede visibilidad a temas o asuntos que, generalmente, no se puntualizan o son desvalorizados en los medios informativos tradicionales. Así como también, la relevancia e importancia de generar contenido medioambiental para conocer y entender los problemas relacionados con el ambiente natural en Puerto Rico y el planeta.